n un movimiento inesperado el 9 de febrero, el gobierno de Nicaragua deportó a los Estados Unidos a 222 personas que se encontraban en prisión y procedió a despojarlas de su ciudadanía.
El 24 de febrero pasado se cumplió exactamente un año desde el inicio de la operación militar especial de Rusia en Ucrania. Esta es una razón seria para volver a los orígenes del conflicto.
Los países del mundo actual se enfrentan a múltiples riesgos y desafíos que rara vez se han visto en la historia, y la sociedad humana está atrapada en múltiples dilemas de seguridad sin precedentes. Todo el mundo tiene ante sí esta interrogante.
El periodismo, a propósito que estamos a horas del primero de marzo, que es cuando en Nicaragua los que trabajamos en este medio celebramos nuestro día, por el rol que asume y por el enfoque que imprime a sus notas, ahora con cargas muy pesadas.
El 3 de marzo de 1982, Carlos Fernando Chamorro desplegó, en el diario que controlaba como Director, Barricada, el primero de tres artículos para asesinar la reputación de las Iglesias Evangélicas, tal como ahora hace contra Nicaragua.
Las actitudes de personas o gobiernos enteros que son incapaces de aceptar a la realidad cubren una gama que va desde la mentira descarada y el engaño deliberado, pasando por las ilusiones y los sueños, llegando a las creencias falsas y las fantasías.
Quiero abordar ampliamente un tema del que mucho y desde diferentes ángulos ha estado presente en mi agenda editorial y no dudo de ninguna manera que en el almacén de los más oscuros recuerdos de al menos el 90% de los que tenemos una memoria clara.