La Universidad Nacional Agraria (UNA) inauguró este jueves un moderno laboratorio de Anatomía de la Madera, destinado a fortalecer la formación práctica de los estudiantes de Ingeniería Forestal.
El acto de inauguración incluyó el corte de cinta y la develación de una placa conmemorativa, a cargo de Emelina Tapia, directora de Ciencias Ambientales y Cambio Climático de la UNA. El laboratorio está equipado con tecnología de punta, especialmente en el área de microscopía.
Tapia destacó que el propósito del laboratorio es permitir a los estudiantes vincular la ciencia con la naturaleza, integrando diversas disciplinas educativas.
“Este laboratorio representa la unión entre la ciencia y nuestra Madre Tierra, la Pacha Mama. No vemos los árboles solo como estructuras físicas, sino como fuentes de vida y oxígeno”, expresó.
Añadió que a través de cortes transversales y longitudinales, los estudiantes podrán observar el “corazón” de los árboles y comprender su estructura interna, “queremos que los estudiantes conecten la teoría con la práctica, y que el laboratorio sea un puente entre ambas”.
Gracias a los microscopios, los alumnos podrán analizar tejidos como el duramen y el fuste, elementos fundamentales para entender la importancia de los recursos forestales.
Tapia también invitó a estudiantes de primaria y secundaria a visitar el laboratorio, con el objetivo de fomentar el interés por las ciencias naturales desde edades tempranas. “Este espacio puede ser aprovechado para prácticas educativas que fortalezcan el proceso de transformación pedagógica que vivimos”, señaló Tapia.
La Dirección de Ciencias Ambientales y Cambio Climático cuenta con cinco carreras, siendo Ingeniería Forestal la más vinculada al nuevo laboratorio. No obstante, también se integrarán estudiantes de Recursos Naturales y Turismo, para ampliar su conocimiento en conservación y aprovechamiento sostenible.
La directora sugirió al Ministerio de Educación considerar este laboratorio como una oportunidad para acercar a los estudiantes de educación básica a la ciencia forestal.
Por su parte, el docente Andrés López subrayó la relevancia del estudio anatómico de la madera en el ámbito forestal, “así como en medicina se estudia la anatomía del cuerpo humano, nosotros necesitamos comprender la estructura de la madera: sus células, proporciones y distribución, lo que nos permite diferenciar especies y definir sus usos”.
López también resaltó el valor del laboratorio para la conservación de especies endémicas, “cuando no hay frutos, ramas o flores, la identificación se vuelve difícil. Pero con el análisis estructural podemos reconocer especies protegidas y aplicar los procedimientos adecuados”.
Diego Benavides, estudiante de cuarto año de Ingeniería Forestal, celebró la instalación del laboratorio, “la madera es clave en la economía nacional. Este laboratorio nos permite estudiar sus propiedades, densidades y usos potenciales, además de identificar especies por sus características microscópicas”.
