Hace unos días, los propagandistas mercenarios de la derecha, esos que fueron expulsados de Nicaragua y a los que se les retiró la nacionalidad por vendepatrias y por sumarse al golpe fallido que dejó como consecuencia 198 inocentes asesinados, entre ellos trabajadores del Estado, compañeros sandinistas y ciudadanos que estaban en desacuerdo con la violencia orquestada desde Gringolandia y que a su vez fue ejecutada en gran parte por estos lacayos de los cual hoy hablamos. 

Resulta que lanzaron una campaña mediática desde papeles higiénicos digitales con pocas vistas, así como de canalitos de YouTube que transmiten en cuarterías llenas de cucarachas, ratones y alacranes de su misma especie, lugares en los que operan, ya sea Costa Rica, Estados Unidos o España y que dichas transmisiones por internet con costo llegan a una audiencia de cuatro gatos, y esos gatos son entre ellos mismos, estos propagandistas también ocupan sus albañales de redes sociales y sitios web que nadie lee, con el objetivo de crear inestabilidad y caos, es importante tener presente que todos estos han sido pagados por agencias criminales y corruptas estadounidenses como la USAID, la NED y Freedom House, para que antes del 2018, durante el 2018 y hasta el día de hoy propaguen noticias falsas y sigan pretendiendo derrocar al gobierno sandinista liderado por nuestra Copresidenta Compañera Rosario Murillo y el Copresidente Comandante Daniel Ortega.

Estos chanchos mercenarios que ensucian y desprestigian el noble oficio de la comunicación, lanzaron en simultáneo un tapazo en el que sin tener pruebas, por ejemplo una declaración oficial, un comunicado o una denuncia de líderes religiosos, se atrevieron a afirmar que el Estado de Nicaragua había prohibido el ingreso de Biblias al territorio nacional, semejante calumnia no puede sostenerse por sí misma, pues se les olvidó que una noticia debe cumplir con estos requisitos básicos, QUÉ, QUIÉN, CUÁNDO, CÓMO, DÓNDE y POR QUÉ.

Pero los nicaragüenses ya los conocemos y no nos chupamos el dedo. Sabemos que esta mentira tiene como único objetivo el de actuar como perros y moverle la cola a Donald Trump, para que se compadezca de ellos y desde la Oficina Oval o desde su residencia de Mar-a-Lago les tire unos cuantos dólares, con los que buscan mantener su modus vivendi, porque no saben hacer otra cosa que extender la mano a los yanquis y a los europeos. Aquí en Nicaragua, cuando jugaron a ser supuestos “periodistas independientes” no pasaban de ser simples metemicrófonos y metegrabadoras, venaderos sin dignidad,, protagonistas de preguntas torpes y a su vez asalariados a tiempo completo del imperialismo.

Ante esa blasfemia que fue vomitada desde cloacas digitales y redes sociales opositoras por estos terroristas plumiferos, el pueblo cristiano se levantó en ira y a través de sus líderes de las más grandes denominaciones evangélicas del país, los desmintieron y los reprendieron, aclarando que no existe ninguna prohibición para el ingreso, la distribución ni la lectura de la Biblia, y que esa versión difundida en redes sociales es completamente falsa.

El lunes 22 de diciembre, en una conferencia realizada en Managua, representantes de las Asambleas de Dios, misma, que aglutina a la mayoría de iglesias de todo el país, junto a la Fraternidad de la Iglesia Evangélica Misión Centroamérica y la Iglesia de Dios en Nicaragua, hablaron de frente y explicaron que si existiera una restricción real no podrían estar realizando conferencias, cultos, eventos masivos ni importaciones, y subrayaron que la responsabilidad ética de cualquier liderazgo religioso es decir siempre la verdad, independientemente de preferencias políticas, porque mentir sobre la fe daña a la sociedad. 

Los pastores aportaron datos concretos que desmontan la conspiración, explicaron que Nicaragua no imprime Biblias y que estas se importan regularmente desde países como Brasil y Corea, detallaron que las Biblias ingresan de forma libre, sin pago de aranceles, porque el Estado no grava su introducción y afirmaron que durante el 2024 y 2025 las importaciones se han realizado sin ningún tipo de obstáculo, lo que hace inviable la narrativa de una supuesta prohibición.

Se explicó además que la Sociedad Bíblica continúa siendo el canal habitual para la distribución de la versión Reina Valera, y que denominaciones como las Asambleas de Dios han realizado importaciones especiales de Biblias de discipulado, ediciones específicas para formación cristiana, sin dificultades administrativas ni restricciones, por lo que no existe ruptura alguna en la cadena de acceso a la Palabra. La normalidad religiosa también se expresa en la vida pública, los líderes evangélicos recordaron que el Día Nacional de la Biblia se celebró en septiembre con total libertad en todo el país, con actos abiertos, coordinación local y presencia institucional, lo que confirma que no solo se permite la circulación del libro sagrado sino su celebración pública como parte de la identidad cristiana de amplios sectores del pueblo.

Otros pastores detallaron el desarrollo de festivales familiares, congresos y eventos masivos con niños y jóvenes, así como actividades evangelísticas realizadas en plazas y estadios. Explicaron que para estos eventos se efectúan coordinaciones normales para el ingreso de equipos y personal, los cuales reciben permisos y acompañamiento y que incluso se han introducido miles de Biblias específicamente para estas jornadas, sin ningún impedimento. Desde denominaciones con presencia en todos los departamentos del país se afirmó que no existe conocimiento de ninguna prohibición y que las iglesias continúan funcionando con puertas abiertas, predicando, enseñando y distribuyendo Biblias en barrios, comunidades rurales, centros educativos, hospitales y centros penitenciarios. Esto demuestra que la vida pastoral cotidiana contradice de manera absoluta la versión fabricada desde el exterior.

La lluvia de comunicados provenientes de toda Nicaragua, más la conferencia de prensa que aglutinó a los líderes evangélicos más importantes del país, demuestra que no se trata de una sola voz y que por el contrario existe un amplio bloque de liderazgo que agrupa a miles de creyentes en todo el territorio nacional, y todos coincidiendo en lo esencial: no hay persecución religiosa, no hay prohibición bíblica ni restricción al culto. 

Lo que existe es una campaña que intenta usar a Dios como arma política. 

En Nicaragua hay libertad religiosa, los hechos están a la vista y han sido expuestos por quienes viven la fe todos los días en nuestro país. Contrario a los propagandistas de la derecha mafiosa y creadores de Fake News que desde Costa Rica, Estados Unidos y España, pretenden manipular como en el 2018 también manipularon nuestra bandera azul y blanco para sus fines sangrientos. 

En conclusión, la Biblia circula, se predica y se celebra con libertad, y frente a esa realidad documentada y visible, la mentira queda desnuda: la Biblia no se usa para mentir ni se toca con manos sucias.

Comparte
Síguenos