El Centro Penitenciario Nacional de Tipitapa celebró este 24 de diciembre las visitas extraordinarias de Navidad con más de 1 mil 100 personas, en reconocimiento a su destacada labor en el apoyo a su trabajo y esfuerzo y dedicación a sus estudios.
Este reencuentro emotivo, de amor, unión y de celebración entre los internos y sus familiares, les permite compartir un momento agradable con sus seres queridos, en vísperas de la celebración navideña.
El Comisionado Mayor, Rodrigo García, director del Centro Penal Tipitapa, destacó que esta celebración reconoce la labor de los internos, cumpliendo lo orientado por los Copresidentes de consolidar la política penitenciaria a través del estudio y trabajo.
“Esto ha sido toda una logística detrás, creando las condiciones, planificar las actividades culturales, garantizar el ingreso de la cena navideña y aquí los atendemos con agilidad, con un espacio confortable, música, payasos, piscina para los niños, creando esa condición para que las familias compartan y puedan pasar en unión familiar”, señaló.
Los internos en este centro penitenciario apoyan en trabajos de construcción, carpintería, sastrería, limpieza y garantiza estudios en todas las modalidades, desde alfabetización, primaria, secundaria y carreras universitarias.
El director del Centro Penitenciario recordó que la familia es la base principal y motivación de todos los presos y que un 24 de diciembre tener la oportunidad de estar con su mamá, su esposa y sus hijos los motiva a seguir en buen comportamiento, para el cumplimiento de su pena.
Hay que destacar que esta visita extraordinaria de festividad por la Navidad se realiza en simultáneo en todos los penales del país.
Eli Jonathan Barberena se mostró emocionado por tener la dicha de estar abrazando a su familia, unidos en un solo sentir.
“Estamos profundamente agradecidos, primeramente con Dios, con las autoridades del Sistema Penitenciario, con nuestros Copresidentes, Comandante Daniel Ortega y la compañera Rosario Murillo, porque a pesar de que estamos privados de libertad, se nos ha tomado en cuenta y se nos permitió reunirnos con nuestros hijos, con nuestra madre y esposa”, expresó.
Barberena pudo compartir en las mesas instaladas una riquísima comida navideña.
“Ya comimos un pollito, gaseosa y también unas manzanas, disfruté con mi familia, además de compartir con mi hija, apreciando el regalo más hermoso, como es la familia, y agradecemos profundamente a las autoridades del Sistema Penitenciario, porque estas oportunidades en ningún otro país de Latinoamérica se pueden ver, solo con la Revolución Popular Sandinista”, añadió.
Compartió que este Centro Penal ha sido para él una puerta hacia un nuevo camino, ya que les garantizan una educación gratuita y de calidad.
Barberena apoya con trabajos en áreas generales y estudia el segundo año de la carrera de Ingeniería en Recursos Naturales, herramientas que le permitirán el día de mañana contribuir en un mejor futuro para nuestro país.
