El más conspicuo de todos los Washingtólogos, Arturo Cruz Jr., el que nos sugiere siempre, tras cada una de esas ponencias donde los demás callan, que sus profecías y vaticinios tienen origen en los desayunos, almuerzos y cenas.
El respeto es un valor que se construye muy lentamente y tenerlo e irradiarlo requiere de una gran autoridad moral. El respeto es un espacio que no todos pueden habitar porque requiere, en el caso de las persona.
El éxtasis de la victoria y la agonía de la derrota son dos estados emocionales tan extremos como el amor y el odio, la verdad y la mentira, la luz y las tinieblas, la paz y la guerra, el bien y el mal, el saber y la ignorancia.
La causa de la libertad siempre será una causa en tanto exista opresión en cualquier país del mundo. No importa donde esté el oprimido, no importa su color, su nacionalidad, el lugar donde esté y qué haga porque siempre la libertad.
Vive nuestra América una profunda crisis socio política que tiene su raíz en una descomunal anemia de valores en la que los pueblos están en modo de una ebullición peligrosa que ya genera una reacción en cadena contra la causa del mal causado.
El río de gente que invade Quito, proyecta una película que no debe perderse en la escena internacional. Protagonistas, aquellos que se imaginan siempre y solo como pobres armas destinadas a producir riquezas ajenas.
El mundo indudablemente está patas arriba. Hay un factor común que lo desequilibra y que lo hace reaccionar de una manera tal que es imposible no determinar cómo las democracias sucumben cada vez más y cuando el más grande geófago.