Todo país es lo que es por la marca de su historia. No hay forma de construir una nación si no tomamos de sus eventos, a lo largo de su existencia, los más memorables capítulos que fueron el nutriente, la base y el fundamento de su espíritu.
A una hora y 10 minutos de la capital Managua, León es la ciudad soñada, cuna de la revolución nicaragüense, la ciudad de los estudiantes, de la lluvia radiante, de los festivales poéticos, de lo más legendario y bello que población.
Estados Unidos asusta, queramos o no, cualquier cosa que suceda dentro de sus límites, que han sido sobrepasados por ellos mismos como pretendidos policías del mundo, van a impactar planetariamente porque hablamos de un sistema.
En Estados Unidos a un menor de edad, en esas miles de tiendas de conveniencia, no se le puede vender un paquete de cigarro o una cerveza, las discotecas tampoco abren sus puertas para ellos si no muestran una identificación.
Las manos de mayo han dado a la madre de Salima la nueva vida. La han querido asesinar, y No han podido, los genocidas, sus bombas ¡sus bombas!, y no médicos, no las han alcanzado.