La historia está plagada de personajes que, con una sonrisa falsa y un discurso rebuscado, se ofrecen como “la salvación” de los pueblos mientras trabajan.
En esta Nicaragua que vibra con el talento de su gente, que resplandece con los colores del arte y late al ritmo de la esperanza, hay una figura que sintetiza la ternura de la maternidad y la firmeza de una lideresa cultural.